La camisa es probablemente, por sus características, una de las prendas sobre la que más atención habremos de poner a la hora de pasarle la plancha por encima. Es por ello que te damos a continuación unos valiosos consejos para conseguir el alisado perfecto de las mismas.
Antes de nada, te aconsejaríamos que te hicieras con una buena herramienta de trabajo, en estos dos artículos te recomendamos las mejores planchas de vapor o los mejores centros del planchado en la actualidad. Cualquiera de los modelos recomendados sería una buena elección, siempre en función de tus necesidades.
Lo primero de todo, vaporiza bien con agua toda la camisa ya que nos va a facilitar enormemente la labor de después.
1. Empezaremos siempre por el cuello de la camisa, desabrocha los botones si fuera el caso y desdóblalo completamente para conseguir el mejor resultado; realiza varias pasadas, primero por el lado interior y luego el exterior, hasta que quede tieso.
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2. Los hombros serán el siguiente objetivo. Para ello coloca el hombro izquierdo de la camisa en la punta de la tabla de planchar, estira el tejido lo máximo posible para que no queden pliegues, y desliza la plancha suavemente. Repite la misma operación con el hombro derecho. |
3. Los Puños. Extiende la manga completamente y comienza por la parte interior. Los puños llevan una doble tela, por lo que al ser el tejido más grueso, podremos aplicar el calor de la plancha sin miedo, eso sí, habrá que tener cuidado para no planchar los botones. Plancha igualmente la cara exterior y repite la operación con el otro puño.
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4. Nos ponemos con las mangas. El truco para no marcar la raya de la manga en una camisa está en no pasar la plancha justamente por el borde. Extiende la manga sobre la tabla, intenta dejarla lo más lisa posible con la mano, y desliza la plancha desde los puños hacia los hombros, sin llegar nunca a los bordes. Ya sabes, repite la operación por la otra cara, y lo mismo con la otra manga.
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5. Ahora viene la pechera, y es aquí donde se marca la diferencia entre una camisa bien planchada, y otra de estar por casa. Aprovechando la forma redondeada de la punta de la tabla de planchar, encaja primero la parte izquierda de la camisa de forma que quede lo más extendida posible, dejando el resto de la camisa colgando al aire. Comprueba la zona de los ojales y bolsillo para que no queden arrugas y dale bien de vapor con la plancha hasta que quede perfecto. Repite la operación con la otra pechera, prestando especial cuidado para no dañar los botones.
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6. Queda por último la espalda de la camisa. Coloca la camisa boca abajo, con las mangas que cuelguen por los laterales de la tabla, y ves estirando la camisa con la mano que te queda libre conforme la vamos planchando para facilitar la tarea. |
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